No
busco más que el nivel
de las
cosas necesarias
para
lanzar incendiarias
sensaciones
al papel
para
asomarme al broquel
del
alma sin antifaz
con
empeño contumaz
por
la luz y por la esencia
que
dejan en mi conciencia
como
un remanso de paz.
Escribir
es abrir puertas
mostrar
la ruta de adentro
es
eclosión y es el centro
de
pasiones descubiertas
de
modos, de acciones ciertas
que
batallan en la mente
nos
hacen cruzar el puente
de
una extraña contextura
donde
la literatura
abruma
como un torrente.
Escribir
es la emoción
que se
torna en paroxismo
cuando
se arranca uno mismo
pedazos
del corazón
es
una conversación
con
las olas y la arena
con
la lluvia y la azucena
tras
todo lo que lastima
y es
el clamor de una rima
que
busca aliviar la pena.
Ernesto
Cárdenas.
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