que dicta el buen sentido a las razones
y desechar de ayer la irresoluta
idea de existir sin ilusiones.
Ajeno de mi dicha en el suceso
conforme de habitar tras la muralla
de sombras y olvidado de ese beso
que lanza el corazón a la batalla.
Que anima a comprender, a tomar nota
de cada sensación, de cada aspecto
y de eso natural que gota a gota
nos hace conocer otro dialecto.
Otro afán en el alma diferente
otra fe anunciando la concisa
realidad que hace limpia y transparente
la música inmortal de una sonrisa.
De ese modo de ver que hay una senda
por dentro donde se abre un infinito
sin importar que entienda o que no entienda
el mundo la pasión donde gravito.
Donde siento que soy, donde delato
mi facultad entera e incendiaria
donde todo se presta y se hace grato
para hacerle al amor una plegaria.
Voy a luchar, romper la otra vertiente
antigua que orbitó una desconfianza
para sentir que vivo nuevamente
para tejer amando una esperanza.
Ernesto Cárdenas.