y que tal vez me espera en sus
rincones
donde estará para empezar de
cero
y hacer de nuestros sueños
conclusiones.
del corazón tenas en su reclamo
donde para escribirle mil
sonetos
donde para gritarle que la amo.
un lirio de ilusión tras la
hojarasca
para vestir de luz y muselina
un nuevo acontecer tras la
borrasca.
su empeño a la quietud y a la
apatía
por una conmoción, una consigna
que tiene de pasión y profecía.
que muestra en su horizonte el
infinito
por una majestad que en su
contienda
mantiene su esperanza como un
rito.
Como un criterio propio y una norma
de dos en el afán de una osadía
por algo que sagrado los
transforma
en rimas de una eterna poesía.
la angustia de mi noche en su
regazo
donde para sentir que el alma
corre
para encontrar el sol entre sus
brazos.
1 comentario:
¡Hermoso tu melancólico poema!
Así pasa a veces en las vidas, no todo se da siempre.
Solo me resta desearte que la halles.
Un saludo
Aurelia
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