el
dolor, la inquietud, el desencanto
como
se apaga porque sí la brasa
o
enmudece la voz que tuvo un canto.
Y pasará
porque es normal que pase
aquello
de vivir que fue un combate
aquello
natural que fue una fase
cumplida
en ese fin tras lo que late.
Pues nada permanece, todo gira
en
pos para morir que es la manera
para
acallar de la canción la lira
para
marchar despúes por otra acera.
Más
antes de eso seguirá el destino
marcando
en cada empeño decepciones
para
dejar al paso torbellinos
para
borrar anhelos e ilusiones.
O en
su lugar nos de lo extraordinario
de un
cariño que alumbre como un cirio
un
buen amor que suba al escenario
del
alma para amar hasta el delirio.
Pues
todo es suerte y también un reto
constante
para ser o no ser nada
todo
es llegar cargando el amuleto
al
termino feliz tras la jornada.
Y es
que jamás se cambiará esa arcana
sinrazón
que no invierte la sentencia
la
de ayer, la de hoy, la de mañana
de
llorar o reír… es la existencia.
Ernesto Cárdenas.
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