jueves, 10 de enero de 2019

Tomás de Torquemada...

Y que razón interna, que espesura
lo empujó hasta ese mar del paroxismo
que sombra le dio tono al fanatismo
y arrancó de sus actos la ternura.

A ser un instrumento, ser exceso
de intolerancia cruel frente al hereje
el filo de un horror o solo el eje
que daba movimiento a otro suceso.

A ese del otro abismo, otro destino
insano que se eclipsa en los espejos
y deja solo herrumbre en los reflejos,

del alma que se anula en el mezquino
empeño de ignorar que hay otras cosas
en la luz, en los nidos y en las rosas.

Ernesto Cárdenas.

1 comentario:

Unknown dijo...

Desconozco casi todo de el, pero evidentemente
no fue un ser amigable.
Que pena eso es vivir, sin realmente desarrollarse como un buen ser humano.
Fue una carga...para si mismo!
Bueno es siempre leerte!!

Un saludo
Aurelia