martes, 30 de mayo de 2017

Aunque no existan...

Hay secretos internos, fortalezas
que encelda cada cual en sus pasiones
son secretos que ajenos de tristezas
no aceptan del olvido los crespones.

Son razones profundas, son las huellas
que marcan de otra luna lo importante
son reflejos del alma son estrellas
que brillan con tesón perseverante.

Son secretos arcanos de otra historia
de un suceso que dio significado
al cause de un sopor que en la memoria
oscila entre el asombro y el agrado.

Hay secretos, enigmas que no afloran
que no extienden sus voces hacia afuera
son recuerdos que elevan, que enamoran
y guardan para sí su primavera.

Secretos que dan vida, dan ternuras
y entienden del silencio su lenguaje
secretos que son rimas, son dulzuras
y saben de los sueños el paisaje.

Que  saben mantener en la tremenda
realidad su sentir en cautiverio
secretos de una fe para una senda
que guarda su ilusión como un misterio.

Secretos que son ritos, son nociones
de otra forma de amar, otra constancia
otro modo de ser, otros rincones
que ocultan de sus goces la elegancia.

Sus mejores momentos, su universo
que siempre girará mientras persistan
mientras dejen flotando en cada verso
su legado de amor… cuando no existan.

Ernesto Cárdenas.

lunes, 29 de mayo de 2017

Me dio el destino...

Me dio el destino la razón concreta
para reír feliz por lo que siento
con esta identidad y esta indiscreta
pasión de amar hasta el postrer aliento.

Me dio la mente, me indicó la forma
para romper del miedo los cerrojos
para plasmar un verso en esa norma
de atar cada palabra a mis antojos.

Jugar con el idioma, con la idea
para plasmar un tema estructurado
para retar la rima en la odisea
de mi afán, de mi empeño y de mi agrado.

Me dio su claridad como un abrazo
de luces en mi sueño y mi coraje
y también la emoción por donde trazo
un rumbo al interior de mi paisaje.

Donde comparto a solas mi ejercicio
gramatical sin pausas  cuando entablo
conmigo mismo un dialogar propicio
que entiende el corazón cuando le hablo.

Cuando las gracias doy por la porfía
que me hizo en cada golpe ser más fuerte
por todo lo que soy,  porque en un día
me dio la bendición de conocerte.

Ernesto Cárdenas.

domingo, 28 de mayo de 2017

Más allá...

Va el amor más allá de comprensiones
de dos ansias unidas a un criterio
más allá de la piel, de convicciones
más allá del latido y del misterio.

De sopor, del arrullo, la confianza
del temblor, del delirio y los sucesos
mucho más que el fervor y la esperanza
más allá de las rimas y los besos.

Que el afán, que el candor, las ilusiones
o el tesón para un reto y un empeño
el amor no conoce reflexiones
el amor rompe el tiempo y el diseño.

Y brota sin por qué, como un incienso
que emerge  sin saber, naturalmente
para ser catecismo de algo inmenso
que no llega a entender jamás la mente.

Ya que es espiritual, ya que se escapa
de toda narración, toda cordura
de toda reflexión porque destapa
el rostro tangencial de la locura.

Va el amor más allá de conmociones
de lo que alegra el alma o lo que enluta
va el amor más allá de las pasiones
por ser la obra de Dios más absoluta.

Ernesto Cárdenas.

Hasta el final exacto...

La vida me ha enseñado el panorama
de las cosas que son y las que han sido
en su andar por la risa o por el drama
sin escape del error ni del olvido.

Nada cabalga el tiempo que no ceda
que evite ser el polvo concluyente
todo se va sin más y nada queda
de aquello que hoy se piensa diferente.

Porque somos el signo de una historia
que vuelve a repetirse en la inconsciencia
somos la vanidad que sin memoria
existe en el sopor de la apariencia.

Ya que se vive sin saber que pierde
el alma su razón y su elegancia
siguiendo una afección, algo que muerde
por dentro el tiburón de la arrogancia.

Y nada evita ese motivo eterno
ese de siempre ser genio y figura
nada borra la letra en el cuaderno
de alguna fatuidad que nos captura.

Hasta el final exacto de esa hora
que llega porque sí, sin poner mimos
sin evitar el tiempo que devora
lo que quisimos ser y nunca fuimos.

Ernesto Cárdenas.

sábado, 27 de mayo de 2017

Dame señr...


Dame señor la fe, la certidumbre
para aceptar tu causa, tu existencia
para arrancar lo feo de la herrumbre
que empaña con la duda la conciencia.

Para volver al cauce si desvía
la idea algún azar otra vertiente
para seguir tú ejemplo que nos guía
al agua de lo dulce tu fuente.

Dame señor urgente, dame el vuelo
del alma sin recelo ni reparo
dame para abrigar ese consuelo
que entiende de lo sano y de lo claro.

Quiero creer abierto, por encima
de dolor, de una herida en mi camino
quiero gozar tu paz, esa que anima
a enfrentar de la vida el torbellino.

Saber que finalmente algo perfuma
la hermosa realidad que se divisa
una que enciende luz sobre la bruma
una que ofrece siempre una sonrisa

Por eso mi señor con tu indulgencia
aparta de mí ser las desconfianzas
y hazme sentir entero en mi impaciencia
que hay tiempo para amarte y esperanzas.

Ernesto Cárdenas

viernes, 26 de mayo de 2017

Y pasará la vida...

Y pasará la vida como pasa
el dolor, la inquietud, el desencanto
como se apaga porque sí la brasa
o enmudece la voz que tuvo un canto.

Y pasará porque es normal que pase
aquello de vivir que fue un combate
aquello natural que fue una fase
cumplida en ese fin tras lo que late.

Pues nada permanece, todo gira
en pos para morir que es la manera
para acallar de la canción la lira
para marchar despúes por otra acera.

Más antes de eso seguirá el destino
marcando en cada empeño decepciones
para dejar al paso torbellinos
para borrar anhelos e ilusiones.

O en su lugar nos de lo extraordinario
de un cariño que alumbre como un cirio
un buen amor que suba al escenario
del alma para amar hasta el delirio.

Pues todo es suerte y también un reto
constante para ser o no ser nada
todo es llegar cargando el amuleto
al termino feliz tras la jornada.

Y es que jamás se cambiará esa arcana
sinrazón que no invierte la sentencia
la de ayer, la de hoy, la de mañana
de llorar o reír… es la existencia.

Ernesto Cárdenas.

jueves, 25 de mayo de 2017

Poema para una interpelación...

No sé por qué motivos me persigue
este lenguaje musical que anima
a continuar este bogar que sigue
atando mis ideas a la rima.

A este accionar de tropos, de vehemencias
de navegar tenas por los renglones
a esta obsesión total tras las cadencias
buscando en las palabras conexiones.

Modos de consonantes en las cosas
retos para trenzar una armonía
delirios de un afán tras minuciosas
razones por lograr la simetría.

No sé por qué motivos me atropella
esta función crucial del paroxismo
y esta ecuación de formas tras la huella
semántica de un terco rigorismo.

Para acoplar la idea con el texto
en rítmica pasión para un alcance
del numen que se arrima a ese contexto
de frases que equilibran un balance.

A una inquietud que extrema las manías
de unificar conceptos interiores
en una amenidad de analogías
que buscan en la sombra resplandores.

Trascendental efecto de un proceso
mental para una métrica que exacta
reseña argumental algún suceso
coherente en una lírica que impacta.

No sé por qué este empeño se hace un grito
constante de vocablos y emociones
ni por qué al escribir me precipito
para arrancar del alma sensaciones.

Ernesto Cárdenas.

lunes, 22 de mayo de 2017

Voy a ser breve...

Voy a ser breve, no extender el tema
haciendo apología de mi mismo
solo abriré la puerta a mi poema
a modo personal de un exorcismo.


Para sacar de adentro tanto grito
tanta tensión y tantas emociones
para dejar la noche en que gravito
rompiendo de otro tiempo los crespones.

Para escapar, borrar ese conflicto
total en su argumento incorregible
para dejar de ser ese convicto.
que espera más allá de lo imposible.

Voy a ser breve para ser más claro
y disipar conjuros de la mente
para encontrar entre mi sueño amparo
y hacer de su recuerdo algo presente.

Donde no falte, donde toda ella
este real, factible aunque esté lejos
esté en mi soledad y en esa huella
del fondo emocional de mis espejos.

E imaginarla aquí en cada esquina
en cada sensación de mi coraje
y en cada amanecer donde camina
por la piel sin saber de mi paisaje.

Ernesto Cárdenas.

No temo al tiempo...

No temo al tiempo que voraz actúa
ni intento rescatar lo que es eximio
frente a una realidad que me gradúa
para saber al tacto lo que es nimio.

No me apuro jamás si exacto puedo
hacer para mi bien lo que es sensato
en una facultad donde me excedo
para encontrar sin sombras lo que es grato.

Para ser yo en realidad sin lastre
sin importar del mundo las prebendas
para ser yo sin el antiguo arrastre
volviendo a retomar sueños y riendas.

No temo al tiempo si al final tranquilo
me toca desprenderme de esta esfera
cuando la muerte rompa con el hilo
y cruce hacía la sombra otra frontera.

Con otra conmoción donde no importa
la historia tras lo hecho o lo vivido
donde nada prosigue y todo aporta
el polvo para un cauce hacía el olvido.

No temo al tiempo que conduce a un modo
sin cambios en la ruta ni el dilema
no temo al tiempo si al final de todo
viví para ser yo con mi poema.

Ernesto Cárdenas.

Amores porque sí...

Amores por qué sí, porque navegan
doblando afinidad en el afecto
que dan el corazón cuando se entregan
un solo pensamiento y un trayecto.

Amores que son rimas, son torrentes
principios sin neblinas ni recelos
por esas conclusiones diferentes
ajenas de rincones y de velos.

Amores que son gritos, son canciones
por encima de los años y las canas
amores que en su afán y en sus pasiones
no pierden el color de sus mañanas.

Ni rompen del idilio esa manía
de sentir más allá de lo creíble
de marchar desafiando la porfía
tras borrar de su agenda lo imposible.

Por un salmo de arriba, por un modo
que teje la emoción y prende un leño
amores que nos muestran sobre todo
la magia de existir como en un sueño.

Ernesto Cárdenas.

domingo, 21 de mayo de 2017

Para si pierde el mundo la esperanza...

Es bueno descubrir en tiempo y forma
lo que real calibra y notifica
en la razón que de una vez transforma
el alma para un bien que santifica.

Tener la suerte de encontar el justo
motivo para ser feliz un día
atando el corazón a eso robusto
que al tiempo en su coraje desafía.

Tomar las riendas, aceptar el reto
de luchar por las cosas apremiantes
tras lo que obstruye y significa un veto
que nubla los momentos importantes.

Andar las calles del criterio propio
rebelde a lo mediocre y a lo raro
saber que el miedo multiplica el opio
que opaca la visión de lo que es claro.

Y así en silencio comprender la vida
sin la simpleza que sorprende al tonto
pues todo se repite, está medida
la coz que nos colpea tarde o pronto.

Se debe de marchar, tener confianza
sin depender del gusto de los otros
para si pierde el mundo la esperanza
se encuentre esa esperanza entre nosotros.

Ernesto Cárdenas.

sábado, 20 de mayo de 2017

Por qué no soy normal...

¿Por qué no soy normal, por qué me extremo?
con este sentimiento sempiterno
buscando con mi afán lo que supremo
me enfrenta con el cielo y el infierno.

¿Por qué la pienso tanto, por qué sigo?
un rumbo sin cesar que no abandona
el ansia pertinaz donde fatigo
el alma en un sopor que me obsesiona.

Que grita complotada con su esencia
buscando más allá de la medida
razón para sentirla en la evidencia
de todas las pasiones de la vida.

¿Por qué soy lo distinto, por qué miro?
adentro con la rabia de un poseso
por qué en la soledad siempre deliro
amando hasta la fiebre y el exceso.

¿Por qué esta realidad, por qué me aparto?
de todo como arando en impaciencias
y atado a esta tensión jamás comparto
mi sueño con ajenas existencias.

Y por qué aún me envuelve el torbellino
de saberla en mi fe y en mi suceso
y por qué olfateando su camino
voy detrás de su amor como un sabueso.

Ernesto Cárdenas.

viernes, 19 de mayo de 2017

Poema para una introversión...

No sé si tras mi vida hay otro aspecto
que aborda siempre cosas diferentes
otras equivalencias convergentes
para apurar las causas y el efecto.

Para romper las fuerzas, la evidencia
de sombras por encima del empeño
para saber si solo habito un sueño
frente a una realidad que lo silencia.

Si ya después de todo no es factible
la fe para vencer el laberinto
para pensar luchando que es distinto
el rumbo que parece hoy imposible.

Aunque tenaz, febril en mis desmanes
me encaro con mí sino en este burdo
combate con el tiempo y el absurdo
motivo de ser terco en mis afanes.

No sé si en este azar por ancestrales
razones voy bordeando un cataclismo
y vuelva a descubrir que soy el mismo
de siempre con mis ansias demenciales.

Aunque vislumbro en mi noche el lastimero
principio de saber que en cada verso
apenas soy lo aciago en un adverso
intento de vivir donde me muero.

Ernesto Cárdenas.

jueves, 18 de mayo de 2017

Vivo en un mundo...

Vivo en un mundo en donde las cosas
tienen la intensidad de las mareas
tienen para escribir las silenciosas
noches sin tiempos donde preño ideas.

Un mundo que me grita cuando plasmo
cuando lucho en mi afán con el idioma
un mundo que me lanza a ese marasmo
de mil palabras que mi mente doma.

Que las ubica en el ritual de un sano
motivo de un instante extraordinario
en donde logro ese milagro arcano
de vencer con mi empeño el diccionario.

Por saber encontrar tras lo que observo
más que una apofonía relaciones
por un decir feliz en donde el verbo
me da con sus vocablos bendiciones.

Vivo en un mundo de pasión que justo
se basa en la expresión para el mensaje
un mundo grato en donde el buen gusto
vincula la emoción con el lenguaje.

Con un sistema en que se conjuran
el ritmo natural con el talento
con un esmero en que se capturan
las musas para hablar del sentimiento.

Ese que avala, que no impone un veto
para mezclar estrofas y sonidos
simétrica intención para un gran reto
de entender de perfumes y de nidos.

Vivo en un mundo de especial vehemencia
que encuentra en lo que arrulla su diseño
un mundo que me da la independencia
de ser yo con mi rima y con mi sueño.


Ernesto Cárdenas.

Llevo conmigo...

Llevo conmigo la emoción exacta
de atar mi realidad a los albores
de esos que llenan y que son clamores
de un goce espiritual que no se pacta.

Que sigue un rumbo, que su afán redacta
sin medias tintas ni rincón oscuro
por un principio que ante un golpe duro
jamás se rinde ni su fe retracta.

Para saber que existo, que el combate
del tiempo no me quiebra pues soy dueño
de mi paz, de mi grito y de mi sueño.

Por un delirio donde alegre late
la fe que me alimenta y da calibre
al verso donde soy un hombre libre.

Ernesto Cárdenas.

lunes, 15 de mayo de 2017

Meditando sobre el arte...

El arte es una expresión
sublime de lo aparente
es lo grácil que frecuente
adorna una exposición
es una decoración
que se centra en la osadía
de andar por la fantasía
de las cosas que ideales
presentan espirituales
razones de una armonía.

Porque es una conmoción
del orden y la certeza
es himno y naturaleza
que salta de la emoción
es como una fijación
de lo hermoso en su cruzada
como escuchar la llamada
de un instante que propicio
le da luz a un ejercicio
de hacer lumbre de la nada.

El arte es obra de un pacto
con lo grato y la excelencia
es oropel y evidencia
para lograr un impacto
algo acorde con lo exacto
señalando dimensiones
aplausos y admiraciones
por múltiples elementos
que cargados de ornamentos
indican satisfacciones.

Pues el arte es lo visual
que sorprende en el aspecto
de un esfuerzo que correcto
provoca lo excepcional
siendo un modo artificial
que se apoya en la estructura
de la letra o la figura
tras una concentración
de alguna imaginación
que al exterior se apresura.

Cada época fue un hito
diferente tras lo bello
cada siglo marcó un sello
de cambios tras lo exquisito
cada sueño fue infinito
de otro mundo y de otra arista
de otro reto quimerista
que nació de los rigores
que enmarcaron los valores
del genio de otros artistas.

El arte es una vertiente
que ocasional nos anega
y al plasmarlo nos sosiega
los clamores de la mente
es penetrar un torrente
en pos de aquello que empalma
con la furia y con la calma
sacudiendo la existencia
porque el arte es en su esencia
una religión del alma.

Ernesto Cárdenas
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domingo, 14 de mayo de 2017

En todo ser...

En todo ser oculto hay un misterio
al final de su gesta y su camino
un ansia por salir del cautiverio
tras la muerte editando otro destino.

Volver del más allá, retar el trance
del óbito que rompe con la historia
y saltar lo postrer para otro alcance
radical que le indique una victoria.

Una forma de extender el paso
trazando en su bregar superlativos
otro modo
 que ajeno del ocaso
lo sostenga en el mundo de los vivos.

Contra su fenecer, contra lo adverso
contra la cesación de su existencia
a un nuevo acontecer, a otro universo
que escapa de la lógica y la ciencia.

Porque intuye en su fe que hay otra vida
que no acaba cruzando un paralelo
tras lo extinto y aguarda en su medida
retornar a vivir tras de su duelo.

Porque anhela otro tiempo tras la espera
sin su cuerpo rendir a lo extinguible
a aquello que no entiende la manera
de encontrar una luz tras lo imposible

Por una sensación que desafía
las leyes de lo humano y lo divino
ante una realidad que todavía
batalla por triunfar sobre el destino.

Del mismo que lo aparta, que le quita
el sueño, la esperanza en sus motivos
de aquello sin pasión, que precipita
a olvidar los mejores objetivos.

En todo ser oculto hay ilusiones
de retornar después de su deceso
para abrigar de nuevo sensaciones
y proseguir su rumbo tras un beso.

Ernesto Cárdenas.