hacer
de la paciencia un estribillo
y
marchar tolerante y comedido
por
un cauce normal a lo sencillo.
Romper con la raíz de la emergencia
aquella
que en la prisa me sofoca
y
ser en cada paso esa coherencia
directa
que al sosiego me convoca.
Domar el nervio donde se conjura
la
angustia que me altera y que me extrema
para
lograr frenar lo que apresura
y
envuelve mi existencia en un dilema.
Para vivir mejor hoy voy despacio
buscando
en lo tranquilo lo correcto
para
dejar aquello que reacio
limita
mi horizonte y mi intelecto.
Me vuelca el equilibrio en la borrasca
bajo
otra realidad y otra andadura
hundido
en esa afán donde se atasca
la
idea en lo fatal de la premura
Hoy quiero se normal frente a las cosas
del
tiempo sin apremios ni querellas
para
admirar los nidos y las rosas
y
contemplar de noche las estrellas.
Sabiendo natural que nada importa
la
acucia pues la historia no revierte
la
vida sea larga o sea corta
porque
al doblar la esquina está la muerte.
Ernesto Cárdenas
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