martes, 29 de mayo de 2018

Sin darse cuenta...

Y la vejez le llegó sin darse cuenta
del engaño duplicado del espejo
que en un rostro juvenil nunca argumenta
que hay quien nace sin saber que ya está viejo.

Pues el tiempo solamente no conspira
apagando con los años toda lumbre
si abrazados por temor a una mentira
en rutinas vegetamos por costumbre.

Nunca supo que viviendo agonizaba
amarrado a su vaivén de cautiverio
y el cadáver de sus sueños enterraba
en ridículas posturas de hombre serio.

Ya que toda su existencia fue ilusoria
y al saberlo recibió una bofetada
era apenas una sombra sin historia
que llegaba desde el fondo de su nada.

Ernesto Cárdenas.

No hay comentarios: