miércoles, 24 de octubre de 2018

Bastaban corazón y sentimientos.


 
Fue su existencia un batallar con todo
para lograr del reto un rigorismo
la erudición completa para un modo
de alcanzar con su estudio el clasicismo.
 
De superar en cada acción la cumbre
la letra en su equilibrio y trascendencia
para encender con su saber la lumbre
que rozara en cada tema la excelencia.
 
Andaba por los libros, por aquello
del estudio y su fe que era baluarte
para una amenidad y ese destello
contextual de su empeño y de su arte.
 
Y supo hacer un rito en la cultura
cuidando la semántica y la diáfora
con lógica tenaz en la estructura
y el uso torcido de la anáfora.
 
También de Aristóteles la diéresis
y de un texto la cruda antilogía
el verbo cortado del aféresis
y lo duplo de alguna homofonía.
 
Conoció natural el aforismo
y del griego el crespón del epigrama
la típica función del silogismo
y el cambio de grafema en paragrama.
 
Y todo para ser más excelente
buscando en las alturas pensamientos
sin saber que a su rima solamente
bastaban corazón y sentimientos.
 
Ernesto Cárdenas…

1 comentario:

Unknown dijo...

Muy lindo lo que aqui dices, con mucha grandielocuencia y modestia
a la vez lo explicas.
Pero lo solidez que con la inteligente soltura en lo que siempre escribes, hacen un todo muy relevante...siempre.
Muy bueno!

Un saludo
Aurelia