Hubo un momento…

Hubo un momento sacro en que la historia
se unió a la magia de un contexto abierto
para formar con luz esa notoria
acción completa de un cariño cierto.

Se alió a lo tierno, cinceló una risa
retó lo adverso, no temió al martirio
y enredó en dos ansias la precisa
razón que el tiempo transformó en delirio.

Fueron ejemplos de un tesón sin pausa
de una emoción divina en el supremo
epílogo de fe para una causa
de amar que llevó el alma hasta el extremo.

Instantes de un espasmo decisivo
algo de arriba que envolvió el suceso
tenaz aberración que en el motivo
lanzó nuestra pasión hasta el exceso.

Hubo un momento grato en que entendimos
lo exacto de querer a nuestro modo
lo intenso de sentir donde supimos
que amarnos era hermoso y era todo.

Ernesto Cárdenas.