domingo, 9 de septiembre de 2018

Esperó...


Esperó con afán la primavera
la bondad portentosa de ese clima
que era una fantasía milagrera
de música interior como una rima.

Para sentir flotando ese perfume
gustoso de las frutas y las flores
en medio de un sopor que se resume
trazando entre misterios sus primores.

Palpó la tierra, respiró profundo
repleto de emoción por la armonía
captando para sí cada segundo
de aquella natural coreografía.

Y clamó conmovido al arquitecto
de aquella maravilla como un ruego
ser gorrión, otro ser, un simple insecto
con ojos para ver no un niño ciego.

Ernesto Cárdenas.

1 comentario:

Unknown dijo...

Un poema para releer, con mucho sentimiento!!
Asi habra sentido muchas veces en su vida, Borges.
Yo creo que no hay mayor tristeza que carecer de una normal vision.
Gracias a Dios por no carecer de ella!

Un saludo
Aurelia.