miércoles, 5 de septiembre de 2018

Meditación frente a una rana...


Viscosidad biologica en el verde
total en su humedad y en su lisura
y en una identidad donde se pierde
la idea de su elastica figura.
 
De su motivación entre el follaje
diverso donde encuentra su guarida
batracio que aprovecha el camuflaje
que puede dar la muerte o dar la vida.
 
Dar a su sangre fría los vigores
que expande para el salto y para el modo
de congretar su acción en los rigores
que abarcan su equilibrio como un todo.
 
En su habitad libérrimo y silente
del charco bien oculto y poco claro
buscando concretar en ese ambiente
refugio natural que le de amparo.
 
Pensando al observar su anatomía
anfibia algún arcano donde encierra
detrás de su quietud una energía
que oscila entre las aguas y la tierra.
 
Pues tiene algo distinto que descarta
alguna conexión con lo que oriundo
no logro asimilar porque la aparta
de toda relacion con este mundo.
 
Por ser como un misterio, una evidencia
difusa entre la noche y su laguna
la puedo imaginar una existencia
llegada como un duende de la Luna.
 
Ernesto Cárdenas.

1 comentario:

Unknown dijo...

Muy bueno tu analisis sobre este desagradable animalito.
En una epoca hubo una invacion, una cantidad exsorbitante de ranas en Argentina,
nuestro patio trasero estaba lleno de ellas, era horrible y casi
imposible caminar por el y te lo digo sin exagerar,
Personalmente me desagradan muchisimo.
Sos el rey de los sinonimos, te felicito, no hay tema en el que
no triunfe destacandose tu pluma.

Un saludo
Aurelia