domingo, 29 de julio de 2018

Déjame...

Déjame quererte así, con mis oleajes
como siempre he sido
cazador de sueños
cultivador ansioso de visiones.
Y no me digas que aparte de mi mundo,

de mis pobres alucinaciones
se abre real, filoso otro universo,
otro panorama cruel
que devora el espejismo de mis horas,
ni me digas que no existen voces cristalinas,
misteriosas en las aguas,
que su arrullo es tan solo la fusión molecular
compuesta en un fluido,
que las estrellas son esferas lejanas
de un fuego que calcina,
y que la poesía es la distorsión,
la dislocación de los entornos,
una fantasía para crear una imagen
en disputa con la lógica.
No me digas eso...
déjame creer, soltar gaviotas en tus playas,
quererte a mí manera,
buscando el ritmo en tus palabras
en el eco musical de un salmo,
déjame adornar, decorar tus pasos con mi rima,
hacer paisajes del sendero,
pensar distinto, por favor… no me anules el suspiro.
Sí, ya sé
que hay otro mundo donde se elabora lo pragmático,
donde se aprietan exactos los criterios
donde la ilusión es condenada a los rincones
y triunfan los instintos primitivos,
lo sé...
pero no acepto los silencios, el cálculo,
la escarcha del axioma.
Soy un guerrero de otro tiempo,
de horizontes y crepúsculos,
soy un loco del momento
que regala lirios entreabiertos y sonrisas.
Déjame así...
perdido en el incienso de tu aliento
en el misticismo apacible de la noche,
Déjame así con mis ficciones
con mi barca remando una quimera,
atrapado en la evocación,
en el hechizo de un conjuro
y en el encanto de tus labios carmesíes
que hoy...
hoy confundo con duraznos.

Ernesto Cárdenas.

1 comentario:

Unknown dijo...

¡Un magnifico, muy bello, creativo poema nos regalas!
Hay seres que matizan de gran colorido su vida,
solo así son felices…solo así.
¡Un profundo placer, como siempre el leerte!

Un saludo
Aurelia