jueves, 2 de agosto de 2018

Dos adversarios...

Habitan en mi mente dos poetas
incompatibles y recalcitrantes
dos maneras de ser y dos facetas
adversas por empeños delirantes.
 
Dos discrepancias dentro de mi vida
antónimas, diversas en sus rutas
dos discordancias sin hallar salida
por algo que separa y los transmuta.
 
Uno es lo huraño, el poeta oscuro
que escapa de la gente en su acidez
que pone frente a todos siempre el muro
de su apatía y su lobreguez.
 
Que esquiva al otro, que no sigue el paso
del mundo con su rabia y con su ego
que no acepta ese tono  del ocaso
de la luz y la sombra como un juego.
 
El otro es lo distinto, es el que lleva
lo dulce en cada acción de sus quehaceres
el que confiando en Dios constante eleva
plegarias en afán de amaneceres.
 
Que siente, que recuerda y no abandona
siguiendo su conciencia y su latido
que vive sin rencor y que perdona
lo triste de un agravio o de un olvido.
 
Dos rebeldías, dos contrariedades
que luchan en mi ser sin darme opciones
dos enemigos, dos rivalidades
que no quieren ceder en sus pasiones.
 
Por eso lo antagónico en la idea
que escribo con encono o con ternura
la paz o la tormenta en mi odisea
que oscila entre la miel y la amargura.
 
Ernesto Cárdenas.

1 comentario:

Unknown dijo...

Eres selva y planicie descampada.
Caricia y mordida de lobezno.
Que poema tan lleno de matices personales has escrito.
En mayor o menor cantidad la realidad es que todos, lo
reconozcamos o no, así somos.
Un inmenso placer es siempre el leerte, eres escribiendo, cual
caja de Pandora, la variedad y la profundidad visten de fiesta
tus tan hermosos poemas.

Un saludo
Aurelia