de
confundir dos sueños, dos excesos
dos
realidades en una milagrera
emoción
de sentir hasta en los huesos.
Por
algo que nos llena, que nos ata
a una
razón del alma que florece
a algo
que grita dentro y que delata
con
cada anochecer lo que estremece
Lo
que delinea un salmo y nos anima
a
reeditar la luz, buscar el centro
a no
perder la fe y seguir la rima
del verso que se escribe desde adentro.
Una
forma que canta en el camino
con notas
de otro afán para la marcha
una
forma que altera hasta el destino
para
encender un sol sobre a la escarcha.
En
una conmoción franca y vehemente
para
retar el tiempo y no olvidarse
una
forma de amar seguramente
como
nunca se amó ni podrá amarse.
Ernesto Cárdenas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario